Apartamento Borda Aranzazu
Servicios principales
- The lagest option:
- 4 huéspedes
- 2 camas
- 1 dormitorio
Ubicación
Borda Aranzazu Apartamento Oñate, situado a una distancia de 2 km del Parque Natural Aizkorri-Aratz, cuenta con un aparcamiento privado gratuito para los que viajan en coche. El Santuario de Aránzazu está a unos 10 minutos andando de este apartamento, mientras que la estación de autobuses Arantzazu Santutegia / Santuario está a poca distancia de la propiedad.
Desde el apartamento, la Iglesia de San Miguel Arcángel está a unos 7 km.
Borda Aranzazu Apartamento cuenta con una terraza y una zona de estar equipada con un sofá y TV y TV de pantalla plana con canales vía satélite. El cuarto de baño está equipado con un inodoro separado de la ducha y una ducha, secador de pelo y toallas.
La cocina, equipada сon servicio de tetera/cafetera y un hervidor eléctrico, una nevera y un horno, es perfecta para preparar comidas. El aeropuerto Vitoria, el más cercano, está situado 55 km de este establecimiento. Los huéspedes tienen a su disposición terraza solárium y salón compartido, así como la posibilidad de practicar senderismo y ciclismo. En Borda Aranzazu Apartamento encontrarás una terraza con vistas a las montañas.
Reseña de un crítico de hotel
Recientemente estuve en la Borda Aranzazu y fue una experiencia maravillosa que quiero compartir. Desde que llegamos, la comunicación con el propietario fue muy fluida, lo que se agradece siempre en una escapada. Los apartamentos son impresionantes, con ventanales de suelo a techo que muestran un paisaje natural que quita el aliento; es el lugar perfecto para disfrutar de un café por la mañana mientras ves la niebla deslizarse entre las montañas. La casa es moderna y muy cuidada, con todas las comodidades necesarias, como una cocina funcional que me permitió preparar un par de platos sencillos. Además, está equipada con un cómodo sofá en el salón perfecto para relajarse tras un día explorando la zona, que es ideal para hacer senderismo o simplemente apreciar la belleza de la naturaleza. El desayuno, aunque sencillo, estaba perfectamente pensado: tostadas, zumos y deliciosos productos locales que te dejaban con ganas de más. Definitivamente, es un lugar al que pienso volver. Tal vez en invierno, para encender la chimenea y disfrutar de una copa de vino calentito mientras observamos cómo la nieve cubre el paisaje. ¡Una experiencia que no me quiero perder!